Lovers es una serie gráfica sobre el amor y la muerte, el amor a uno mismo. También se relaciona con la sexualidad. Busca hacer reflexionar sobre estas cuestiones pero con un tono cómico. Los objetos que vemos son juguetes de un kit de anatomía para niños que se humanizan gracias al movimiento que permite el esqueleto, que parece con vida, mientras que el muñeco musculoso, rígido y con rostro neutro, parece inerte.

En la obra Intento de reconstrucción el esqueleto se afana en recoger los diferente órganos esparcidos por la superficie. Se pueden encontrar diferentes interpretaciones a la obra: el esqueleto recoge los órganos para sí mismo, los puede recoger para "devolver a la vida" a su amigo, o intenta reunir los órganos para reconstruirse a sí mismo uniéndose luego con el sistema muscular que es el otro muñeco. El espectador puede elegir o buscar su propia lectura de la imagen.
En el apartado técnico se trabaja el estudio de las diferentes texturas, siempre manteniendo la esencia ‘pop’: pintura acrílica brillante, colores vivos, representación del objeto de plástico, acercamiento estético al cómic e ilustración entre otros.

En la pintura Lover el esqueleto parece que admira al muñeco y busca darle vida ofreciéndole el corazón. El hecho de que sean muñecos y sea una imagen tan expresiva dota de comicidad a la obra. Se pueden hacer varias lecturas de la misma imagen ya que el cuerpo rígido puede ser otro ser diferente al esqueleto, o el "cascarón" del esqueleto, por lo que puede estar "mirándose" a sí mismo e intentando ayudarse. O el narcisismo del amarse a uno mismo tanto que llega convertirse en objeto de propia admiración. Esta pintura se deja a la libre interpretación espectador, que puede crear su propia historia.